miércoles, 25 de febrero de 2009

AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR

Hace casi 37 años que en la mañana del 14 de abril de 1972, los tupamaros cometieron los siguientes asesinatos: el del subcomisario Oscar Delega y el agente Carlos Leites, ametrallados en un móvil policial, el del Capitán de Corbeta Ernesto Motto, ultimado desde un automóvil mientras esperaba un ómnibus, y el del Prof. Armando Acosta y Lara, subsecretario del Interior del extinto, Presidente Jorge Pacheco Areco, acribillado a balazos a la salida de su domicilio.-
El 1° de marzo de ese mismo año, había asumido un nuevo gobierno democrático, pero a pesar de esto el 18 de mayo, los tupamaros asesinan a cuatro soldados que custodiaban, dentro de un jeep, la casa del comandante en jefe del Ejército: Saúl Correa Díaz, Osiris Núñez Silva, Gaudencio Núñez y Ramón Jesús Ferreira. Podemos seguir señalando como asesinan a un peón rural por el simple hecho de descubrir una “tatucera” donde se escondían integrantes del MLN Tupamaros, podemos agregar, los secuestros, los copamientos, los robos, el terrorismo en su mayor extensión.-
Es difícil entender la violencia de uno u otro lado, lo que hoy denominan “Terrorismo de Estado” es fácilmente comparable, en cuanto a las aberraciones que cometieron contra otros uruguayos, a las cometidas por la sedición y es por eso que me sorprende, no la lucha por conocer la verdad (derecho inalienable de las familias de los desaparecidos), pero es mi creencia, que mas allá de la verdad, debemos mirar hacia delante, pues nadie en este país a dudado en mantener la amnistía que liberó en algunos casos a quienes se levantaron en armas contra gobiernos democráticos, aquellos que cometieron esos asesinatos, como así también, eximió a aquellos que habían esquivado hasta ese momento la mano de la justicia, de cumplir penas de prisión.-
Hoy la Asamblea General, trata de decidir si la Ley de Caducidad, refrendada por el Pueblo uruguayo, es constitucional, creo que la hemiplejia política (en cuanto a equidad en derechos humanos) del hoy partido mayoritario, no hace mas que agregar ladrillos a este muro que dividide al país, en buenos o malos, en honrados o deshonestos.- Mala cosa, cuando la voluntad del soberano se quiere borrar con el codo, cuando si nos conviene apelamos a plebiscitos o referéndum y si perdemos, desconocemos las mayorías, mala cosa el mirar 20 años para atrás y no ver 20 para adelante, mala cosa es llevar al Parlamento temas que por su naturaleza son privativos del Poder Judicial, mala cosa es, ese desden permanente por la separación del Poderes que existe en nuestra Constitución.-

Alejandro Caballero Peña

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